El 30 de mayo se inauguró en Madrid la exposición de fotografía “YO (NO) PEDÍ SER PRINCESA” de Dora Román en la Escuela Julián Besteiro.
En la serie que presenta, quiere hacer una llamada de atención sobre la violencia de género y juega con el título para desencantarnos de aquellos sueños infantiles que nos inculcaban para que viésemos a los hombres como un posible “príncipe azul” aunque nunca nos contasen que pasaba después de aquel “y fueron felices y comieron perdices”.
Dora Román quiere contarnos que les pasa a algunas mujeres que creyeron aquel cuento con sus fotos llenas de peligros, “las sitúo en interiores inhóspitos, oscuros, sin posibilidad de salida, en los que una escalera incompleta y poco definida podría convertirse en una vía de escape».
No sólo denuncia con el tema, sino con la técnica. Utiliza el blanco y negro y las superposiciones con maestría, conduciendo al espectador hacia una idea más profunda de la violencia de género, poniendo el foco ante la angustia, con dureza y una gran belleza.